[Digitalizado] Afanes y jerarquías en la organización del Caranaval de Papalotla
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" Escritos, Revista del Centro de Ciencias del Lenguaje Número 10, enero-diciembre de 1994, pag. 91-100."
Afanes y jerarquías de los comisionados El carnaval de Papalotla y su organización
Joel Dávila Gutiérrez
Me gusta el gusto
— Nemesio Guerrero¹
- Tomando como base el trabajo de campo efectuado en San Francisco Papalotla, Tlaxcala, durante los carnavales de 1993 y 1994, donde obtuvimos varias entrevistas con comisionados, autoridades municipales y participantes, además de videograbaciones y fotografías de los diversos eventos, nos proponemos, en esta ocasión, trazar los primeros apuntes etnosemióticos sobre las diferentes relaciones que se establecen tanto al interior de las comisiones de los barrios (identidad particular) como al exterior, con las autoridades municipales (identidad comunitaria), Intentamos establecer los valores materiales y simbólicos que a nivel de práctica social significante se manifiestan en la festividad.
San Francisco Papalotla, cabecera del municipio de Xicohténcatl, Tlaxcala, es una población de 17 200 habitantes, ubicada al sur del estado, distante unos 20 km de la capital tlaxcalteca y a escasos 12 km de la ciudad de Puebla. Sus fiestas de carnaval se consideran como de las mejores de la región, singularizándose por el colorido y abundante plumaje de la vestimenta de los charros, actores principales de la "danza
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de la culebra", y por la bien organizada participación de sus barrios donde se manifiesta, entre otros aspectos, la identidad de sus habitantes.
EL CARNAVAL TLAXCALTECA
El carnaval en el estado de Tlaxcala es la fiesta tradicional y popular más importante de la región, al menos 58 comunidades (Ramos Galicia, 1992) pertenecientes a los diferentes municipios celebran en estos tiempos las carnestolendas con igual gusto sin importar el gasto económico y físico que requiere su organización²; cuando un carnaval concluye ya se conoce el nombre de los responsables de la realización del próximo. Podemos indicar que el baile y la danza son los rasgos característicos de los carnavales tlaxcaltecas³; hombres y mujeres se agrupan en com- parsas, llamadas en el estado camadas o cuadrillas, con la intención de disfrutar el baile durante la temporada carnavalesca, la cual comienza, haciendo un recorrido rápido del territorio, el domingo anterior al carnaval (es el caso de San Bernardino Contla), pasa por los tres tradicionales días previos al inicio de la cuaresma y concluye el Domin- go de Resurrección (por ejemplo, San Pablo del Monte). La fiesta respeta el miércoles de ceniza, los días de la Semana Santa y los viernes de cuaresma. Otro rasgo importante de señalar es la vistosidad de la indumentaria. Texturas, colores y materiales se combinan de manera especial en cada región para dar el sello distintivo del núcleo carnava- lesco o de las comunidades dentro de la zona de influencia de éste. Los núcleos carnavalescos son las poblaciones que viven un auge en la fiesta debido a que se les reconoce como el lugar de origen de una
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determinada danza o han sido sitios donde se promovieron cambios sustanciales en la vestimenta; influyen a las comunidades vecinas ren- tándoles los trajes o dirigiendo los ensayos de las danzas y los bailes; son reconocidos por su larga tradición en la organización de la fiesta y la celebran los tres días anteriores al miércoles de ceniza. Por supuesto que estos núcleos no se mantienen todo el tiempo, puede darse el caso que desaparezcan, como Ocotlán, pierdan importancia, como Tlatempan', o hayan generado o generen uno nuevo, sin que implique la devaluación del núcleo esta última parece ser la situación que se está dando entre Papalotla y Mazatecochco. En la actualidad son núcleos carnavalescos las poblaciones de San Bernardino Contla, Santa Ana Chiautempan, San Juan Totolac y, desde luego, San Francisco Papalotla.
EL CARNAVAL DE PAPALOTLA
La cabecera municipal está dividida en cinco barrios o secciones: Xolalpa (sección primera), Potrero (sección segunda), Xilotzingo (sección tercera), Xaltipa (sección cuarta) y el Carmen (sección quinta). El municipio se complementa con el pueblo de San Marcos Contla y las colonias de San Buenaventura y Panzacola. Las cinco secciones más la colonia de Panzacola forman la base del carnaval⁵. La fiesta tiene como días principales de celebración el domingo, lunes y martes anteriores al miércoles de ceniza; sin embargo, antes de estas fechas se ha cubierto con una etapa de preparativos, entre los que se encuentran los ensayos de los vasarios, que se realizan tres o cuatro domingos previos al carnaval, a partir de las seis de la tarde. Cada barrio ensaya en un lugar típico de su propio territorio. La música y los bailes del también llamado \"cuadro\" de la camada sirven para anunciar la inminente llegada de la festividad. En la madrugada del domingo de carnaval grupos de charros recorren las calles de la población, haciendo tronar sus cuartas de manera continua. Cerca de las diez de la mañana se reúnen en la casa del
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comisionado indicado y da inicio el baile de las camadas cada una en su propia sección. Los moradores de las casas donde bailan pueden escoger sólo entre "la primera", "la segunda", "la tercera", "el jarabe inglés" "la muñeca" o "la culebra" la pieza que deseen y pagan de acuerdo con la tarifa que la comisión haya fijado (15 a 25 nuevos pesos). El baile más cotizado es la culebra, donde sólo participan los charros dándose de "cuartazos" a la altura de los pies o más arriba según el carnaval va llegando a su fin. Sobre esta danza, los viejos de la región contaban dos leyendas que probablemente den cuenta de su significado: la primera señala que era un rito en honor de Tlaloc para que no faltara la lluvia, por esa causa se utilizan las cuartas o chirriones que representarían los relámpagos que anuncian la tormenta (Ramos, 1992, 21). La segunda, también ubica los acontecimientos en tiempos precolombinos y señala que una hermosa mujer de perversos sentimientos pro- vocaba demasiados conflictos entre los mancebos de la región por lo que un Tlacotecaloti la convirtió en una chirrionera (reptil); }para apla- carla los jóvenes imitaban el golpe de la culebra en su cuerpo (Xochitiotzin Ortega, 1992, 20). En la actualidad los nuevos papalotlenses poco saben de las leyendas, para ellos la danza es un rito donde lo importante es mostrar la habilidad para dar, esquivar o aguantar los cuartazos. Los charros se rajan por el "puro gusto" (Figueroa, 1992, 23-24). El baile se interrumpe a las dos de la tarde para ir a comer a casa del comisionado en turno. Asisten los músicos, los danzantes del cuadro y el grupo de gente más allegada a la comisión. Es tradicional en estas fechas la elaboración de tamales que son ofrecidos a los visitantes, parientes o invitados, que asisten a la fiesta. Después de comer la actividad se reanuda y se deja de bailar a las siete de la noche. El lunes las cinco secciones y la colonia de Panzacola hacen su presentación en la presidencia municipal, donde la autoridad, les concede permiso y agradece la participación de los grupos. La presentación comienza a las diez de la mañana y concluye cerca de las tres de la tarde. Cada sección baila cerca de una hora frente al estrado de las autoridades donde, aparte del presidente, están invitados fuereños o representantes del gobierno estatal, quienes fungen como jurado que califica el orden, vestimenta y baile de cada camada. Concluida su presentación los grupos se regresan a su barrio y bailan nuevamente hasta las siete de la noche. El martes continúa el baile durante el día y cerca de las 8 de la noche se realiza el remate del carnaval. Una vez más cada sección pasa frente al palacio al tiempo que el primer comisionado dirige unas palabras en,
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nombre de su sección, donde manifiesta su satisfacción por haber cumplido, así como refrenda el compromiso de participar y mantener la fiesta para los años siguientes. En correspondencia el presidente agradece la participación del barrio y les entrega un trofeo. El domingo siguiente se realiza en todos los barrios la octava de carnaval y con esto concluye el carnaval de la población. Sin embargo, en algunas secciones la fiesta continúa. En el cuarto barrio la octava termina el lunes siguiente con un baile popular nocturno realizado en las canchas deportivas del lugar. El tercer domingo de cuaresma en las secciones segunda y cuarta, desde hace más de 20 años se lleva a cabo \"el carnaval infantil o carnavalito; en él participan únicamente, los niños menores de 10 años, coordinados por sus papás que son o fueron danzantes\" (Ramos Galicia, 1992, 223). El cuarto domingo de cuaresma la segunda sección realiza otro carnaval que concluye con un remate cerca de la medianoche (Ramos Galicia, 1992, 234), por último la cuarta sección en los últimos tres años ha organizado el carnaval del quinto viernes, esta fiesta se efectúa el Domingo de Ramos. Las camadas de Papalotla están formadas por el "cuadro" -constituido por vasarios y vasarias -, los charros, la nana y la banda musical, invariablemente músicos de San Cosme Mazatecochco. En la presentación y el remate se agrega a la comparsa una enorme pancarta con los datos del barrio, una leyenda a manera de lema y pinturas con motivos "prehispánicos", naturales de la región (el volcán de la Malinche) o modernos. Durante los dos eventos también se incorporan "las loquillas", hombres jóvenes disfrazados de mujer con ropa actual. Adicionalmente las comparsas son acompañadas por gorilas y payasitos, quienes de manera un tanto parásita entran y salen del grupo. Nuestros infor- mantes indican que este tipo de disfraces han sido incorporados recien- temente por gente que no tiene los recursos económicos para rentar o comprarse el traje de charro, pero sí el gusto y las ganas para salir a bailar y "cuartear por lo que nadie les impide disfrutar de la fiesta. Como núcleo carnavalesco, la fiesta de Papalotla influye a poblacio nes vecinas de otros municipios: así encontramos charros en San Cosme Mazatecochco, San Miguel Tenancingo, San Pablo del Monte, San Francisco Tepeyanco, San Juan Huactzinco, Santo Toribio Xicohtzingo, Zacualpan y Acuitlapilco, aunque en cada población, sus habitantes, particularizan la fiesta, lo que la hace semejante, pero no igual al núcleo (Papalotla) ni entre ellas.
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Como señalábamos al principio el carnaval constituye una práctica social significante en la que los integrantes de la población establecen signos con los que marcan su identidad y, por presuposición, su alteridad (Greimas, 1979, 33 y 212) con relación a su barrio, al pueblo y a las zonas vecinas, es decir, tenemos un fenómeno de comunicación (un sistema de signos) que puede ser abordado desde un punto de vista semiótico. En esta ocasión sólo establecemos las primeras reflexiones en torno a la estructura organizativa de la fiesta en donde se manifiesta, entre otros aspectos, la identidad. Como hecho significante, el carnaval de Papalotla no se reduce solamente al código organizativo sino que se interrelacionan en el otros códigos como el gestual, el musical, el espacial, el verbal y la vestimenta, cuyo análisis requiere mayor tiempo y más trabajo. Una festividad de esta naturaleza requiere de una estructura organizativa que funcione de manera adecuada. El apoyo fundamental lo constituyen las comisiones de cada barrio así como el ayuntamiento municipal quien, como señala la tradición, debe dar el mayor auxilio posible a los comisionados. Cada sección, cuando concluye la octava de carnaval, elige a los nuevos comisionados encargados de llevar adelante la siguiente festivi- dad. El nombre y número de comisionados se hace público para que la comunidad del barrio se entere y se establezca el compromiso que, salvo situaciones excepcionales, los nuevos comisionados están obligados a cumplir. En algunos barrios se exige la firma de un documento como garantía, el incumplimiento del compromiso, señalan los informantes, se castiga con la cárcel y, por supuesto, con el descrédito ante los coterraneos: \"quien se compromete, debe de cumplir", pero ¿quienes se comprometen? o ¿quiénes los comprometen? Los comisionados deben ser carnavaleros, e s decir gente que le "gusta el gusto", tener reconocimiento en el barrio por su actuación en otras actividades sociales (políticas, religiosas) y, si se puede, solvencia económica; aun- que este último aspecto no es determinante, pues se suple con la cooperación de todos. El caso del barrio del Carmen es ilustrativo en este sentido. Es la sección más reciente, la más pequeña, con menos trajes de charro (sufrió la escisión de Panzacola que antes estaba integrada) y, según la opinión de los propios comisionados, la más pobre. Tres años atrás estuvo a punto de no participar porque los comisionados elegidos rehuyeron el compromiso. Ante tal situación un
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pequeño grupo (11 gentes) decidieron entrar al rescate y con muchos problemas "están levantando" la camada pero no dejaron que el barrio suspendiera su participación. Lo que llamamos la identidad particular (el barrio) comienza en el acertado desempeño que tengan los comisio- nados, quienes tratan de mantener el prestigio en todo lo alto. De los 35 6 40 comisionados que se nombran en la octava, llegan a fiesta entre 15 y 20. Tienen mayor jerarquía los tres primeros, escogién- dose como primer comisionado el de mayor edad, pues su experiencia es determinante para el desempeño adecuado además de que sirve de ejemplo a los otros, normalmente jóvenes: "el de mayor edad debe dar el ejemplo". Las funciones que todos los comisionados cumplen son las siguientes:
- representar a la camada del barrio ante los otros comisionados,
- representar a la camada ante las autoridades municipales -cuidar el orden y disciplina de la cuadrilla durante los días de carnaval,
- cooperar para la comida,
- seleccionar las casas donde se comerá,
- recabar dinero entre los amigos,
- cumplir con los horarios establecidos de la presentación y el remate.
Son responsabilidades ineludibles de todos:
- contratar la música⁶,
- comprar la vestimenta de las vasarias (tres o dos trajes)⁷,
- aportar una cantidad para el fondo de contingencia⁸,
- no disfrazarse y
- abstenerse de tomar bebidas alcohólicas.
El primer comisionado, además de todas las anteriores:
- junto con los otros primeros comisionados solicita el apoyo económico de la presidencia municipal,
- asiste a la reunión convocada por el ayuntamiento, donde se sortea el orden de presentación en el centro de la población, el lunes y el martes,
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- coordina el trabajo de los demás comisionados de su barrio, dirige las palabras de agradecimiento al presidente en la presentación, el remate y, en la octava, a sus compañeros y al barrio en general,
- certifica que los fondos económicos se distribuyan adecuadamente y
- alienta todo el tiempo a músicos y danzantes para que el ánimo no decaiga y la camada luzca bien.
Por otra parte, la autoridad municipal desempeña también un papel importante dentro de la organización de la fiesta, enfocado más hacia la acción de apoyo a los comisionados y hacia la imagen exterior de la población: convoca y preside la reunión para sortear el orden de presentación de las secciones; apoya económicamente a cada sección (en 1994 dio N$ 4,000); consigue al jurado que premia a la mejor camada; compra los trofeos que se entregan a las camadas⁹; auxilia a los comisionados, por medio de la fuerza pública, para el control de los danzantes demasiado eufóricos y selecciona a la camada que r epresenta a Papalotla el domingo de carnaval en la ciudad de Tlaxcala¹⁰. Cada barrio, a través de su comparsa, manifiesta su identidad particular, en donde juegan un papel relevante sus comisionados, quienes no se dejan ganar la partida pues en cada momento de encuentro con los otros barrios son los primeros en mostrar su diferencia que los particulariza. En el barrio el carnaval se vive de manera íntima y la satisfacción es propia; en los momentos culminantes de la presentación y el remate en el centro de la población son los otros los que juzgan y valoran las diferencias. Por eso los comisionados en sus discursos ensalzan las características de su sección, pero también las de la población en general y refrendan ante todos el compromiso de continuar con la fiesta hasta el "fin de los tiempos" - como señaló el representante de Potrero - estableciendo la identidad comunitaria. Los propios habitan- tes juzgan qué cuadrilla llevo más charros, cuál bailó mejor, cuál mostró
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mayor disciplina y "cuarteó" con más ganas. El carnaval también sirve para mostrar el descontento de un barrio hacia los otros o hacia las autoridades: el barrio de Xilotzingo -sitio de la Organización del Pueblo, grupo que tuvo los poderes municipales en años anteriores- en los remates de los tres últimos años ha mostrado su rechazo al actual presidente priísta aventándole un gallo muerto que le rompió la boca, gritándole a coro "que se calle" y sometiendo al palacio municipal a una lluvia de huevos de la que salió ileso el alcalde porque dejó el balcón en manos de los comisionados xilotzingas quienes al grito de "Xilotzingo no se vende", actuaban como si hubieran tomado por asalto el palacio, abajo, y frente a ellos, su barrio los vitoreaba. Después pasaron a pedir disculpas al presidente porque la gente se les había salido del orden. El alcalde les dijo que no se preocuparan y los despidió amablemente aunque no los invito a tomar una copa como hizo con todos los otros representantes. Estos son sólo algunos rasgos que hemos encontrado en nuestras primeras aproximaciones a un fenómeno simbólico tan complejo como es el carnaval de Papalotla. En la alteridad está la identidad, en la diferencia está el sentido. Los comisionados se afanan y no desmayan en su compromiso pues saben que "el que ayuda, recibe ayuda": al fin y al cabo, como dice el señor Agustín Hernández Muñoz, vasario del barrio de Xaltipa de 68 años de edad: "aquí nomás se prestan [el dinero]".
Notas al pie
- ¹ Informante de la comunidad de 80 años de edad.
- ² En el presente siglo la fiesta ha sido registrada con cierto seguimiento, al menos en sus aspectos coreográfico y musical, por investigadores como Vázquez Santana y Dávila Garibi (1931), Sevilla (1983) y Chamorro (1983). En el primer caso los autores señalan que no había municipio tlaxcalteca donde no se realizara el carnaval. El equipo coordinado por Sevilla trabajó en los años setenta; de su información sabemos que por esas fechas 89 comunidades llevaban a cabo la festividad. Si comparamos estos datos con el más reciente de Ramos, quien efectuó su censo básicamente en los años ochenta, observamos que la fiesta, aparentemente, entró en decadencia o que sufre un fuerte desplazamiento hacia las comunidades que llamamos núcleos carnavalescos.
- ³ La excepción a la regla son las poblaciones de Natívitas (donde los enmascarados, además de bailar, representan el rapto de la hija del corregidor, ejecutado por el legendario bandolero Agustín Lorenzo, y la batalla del 5 de Mayo, a la manera dei carnaval de Huejotzingo, Puebla) y Xocoyucan, donde también se escenifica la batalla de Puebla, sin embargo, en 1994, las autoridades estatales no permitieron a la población realizar su representación, debido, según información del alcalde, a los sucesos recientes de Chiapas.
- ⁴ Según el pintor y cronista tlaxcalteca Desiderio Hernández Xochitiotzin el carnaval en Tlaxcala, a principios del siglo, era celebrado por los indígenas con bailes y peregrinaciones a Ocotlán y Tlatempan, dos de los santuarios más importantes de la región; esta situación habría cambiado en el tiempo del gobierno de Lázaro Cárdenas, cuando se produjo, según el pintor, la desacralización del carnaval tlaxcalteca y su consecuente regionalización.
- ⁵ Aparte del carnaval son importantes las celebraciones del Altepehuitl (2 de febrero), de la Semana Santa, la fiesta del Señor del Monte (5 de mayo), la fiesta patronal (4 de octubre) y la fiesta de muertos.",
- ⁶ En 1994, los músicos cobraron desde N$ 13,000 hasta N$ 25,000.
- ⁷ El vestido sólo se les compra a las mujeres porque son hijas de familia y no trabajan. Son tres trajes porque se utiliza uno nuevo cada día. La sección del Carmen, en 1994, sólo tuvo para el traje de dos días, el tercero corrió por cuenta de las muchachas.
- ⁸ La aportación en el barrio del Carmen fue de N$ 500; en Xolalpa, los comisionados dan una cantidad mensual, a partir de noviembre.
- ⁹ Actualmente todas las camadas reciben un trofeo semejante y no se dice quien estuvo mejor, pues anteriormente la premiación originaba fricciones entre los diferentes barrios y la fiesta terminaba en trifulca o cuando menos los perdedores manifestaban ruidosamente su inconformidad.
- ¹⁰ Cada año la presidencia municipal envía a un grupo de charros a la ciudad de Tlaxcala el domingo de carnaval para cumplir con la fiesta de la capital; sin embargo, y a pesar del apoyo económico que les brinda el ayuntamiento, no todos los barrios lo ven con agrado pues sus integrantes consideran que pierden dinero al trasladarse a Tlaxcala.",
Bibliografía
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- Figueroa Fernández y otros. 1992 \"De charros, cuartas y gallos: el carnaval en los barrios de Papalotla\", en Carnaval ipor puro gusto!, UAT, Tlax ., pp 17-36.
- Greimas, A. J. y J. Courtes 1979 Semiótica. Diccionario razonado de la teoría del lenguaje, Gredos, Madrid, 1982.
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- Los municipios de Tlaxcala 1988 \"Papalotla\" en Los municipios de Tlaxcala, México, Secretaría de Gobernación y Gobierno del Estado de Tlaxcala, pp 222-226. [col. Enciclopedia de los Municipios de México].
- Ramos, Isaura. 1992 Danzas de camaval en Tlaxcala, notas de José Guadalupe H. Xochitiotzin Ortega, H. Ayuntamiento de Tlaxcala, Tlax. 39 pp. [col. Testimonios].
- Ramos Galicia, Yolanda. 1992 Calendario de ferias y fiestas tradicionales del estado de Tlaxcala, INAH, Gobierno del Estado de Tlaxcala, Méx ., 379 pp. [col. Regiones de Mexico].
- Sevilla, Amparo, Hilda Rodríguez y Elizabeth Cámara. 1983 Danzas y bailes tradicionales del estado de Tlaxcala, Premia, Méx ., 259 pp. [La red de Jonás].
- Vázquez Santana, Higinio y J. Ignacio Dávila Garibi. 1931 El carnaval, Talleres Gráficos de la Nación, Mex ., 134 pp.
- Xochitiotzin, Desiderio H. 1991 Carnaval de Contla, UAT, Tlax ., 39 pp. [Cuadernos de Arte). sf \"El carnaval de San Bernardino Contla, Tlax.\", 2 pp. (meca- nuscrito). 1966 \"Carnavales tlaxcaltecas\", 3 pp. (mecanuscrito). 1981 \"Carnaval de Ocotelulco, Tlax.\", 2 pp. (mecanuscrito).
- Xochitiotzin Ortega, José Guadalupe H. 1992 \"Los carnavales de Tlaxcala\", en México desconocido, fot .,
- Antonio Mercado Rojano, feb ., año XV, núm ., 180, pp 17-21.
Otras fuentes documentales.
- Caraval de Papalotla, Tlaxcala. Videograbación de 1984, 2 casetes VHS, videoteca del DIDCAV-UAP.
- Videograbaciones de 1993 y 1994 para el video Cuando la culebra truena ..., 12 casetes Hi 8, CCL-ICUAP. \n",